Amanece
y te levantás y sonreís un poco ,
te distraés con lo cotidiano ,
mirás la vida fluir ;
pero hay días especialmente oscuros
donde tus pensamientos se aletargan
se quedan quietos para que no los olvides.
Y así cada ocho de febrero
te despido , viejo.
tomando tu mano amiga
mientras escuchamos una canción de Abelito
que ya es nuestra.
Se acerca un pájaro a mi ventana,
cruzo tu auto rojo y me sorprendo,
florece mi flor preferida.
Imagino señales
y las creo.
Y sé
que seguiremos juntos a través del tiempo
y que yo
te quiero más.
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