Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.
Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio.
marta quattrocchi
- Marta Q ♥
- SAN PEDRO, Buenos Aires, Argentina
- La literatura es el espejo de la vida.
miércoles, 4 de abril de 2012
ANILLOS DE CENIZA
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que toda la vida es sueño
y los sueños
sueños son.
ES IMPRESCINDIBLE
...aprender a volar entre tanta gente de pie...(diría el flaco).
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