Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo,
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
si solamente estás donde ya no te busco.
fui ese lado
del espejo en que canta la serpiente
ese país de azules árboles
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solos
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo,
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
si solamente estás donde ya no te busco.
fui ese lado
del espejo en que canta la serpiente
ese país de azules árboles
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solos
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